jueves, 10 de abril de 2014

Cabo Polonio, por Nico


Porque el lujo está en lo más sencillo y natural, mi amigo Nico me acerca a un paraíso al que siempre he querido y quiero pisar: Cabo Polonio, Uruguay. Donde la pureza de la naturaleza se funde con la del ser humano... Gracias Nico!

El sonido del océano  reposa en los oídos a toda hora, la comodidad que puede ofrecer una simple construcción, pero que mantiene ese toque hogareño majestuoso, y la luz tenue por la noche alumbrando la cerámica del piso. Son algunas de las señales que reflejan la paz reinante en esta casa del balneario, Cabo Polonio, ubicado en el departamento de Rocha, al este de Uruguay.  Su escenario reúne a la playa, lobos marinos, y el Atlántico.

Si bien lo normal es que caiga dentro del rótulo de “casa de veraneo”, su calidez, y el hecho de contar con una estufa a leña, hacen que se medite la posibilidad de disfrutar su encanto también durante el invierno.

El material se establece como principal elemento en su obra. Sus muebles  y accesorios rompen con la idea de la ostentación, por lo que la utilización de pocos recursos, y el buen gusto se dan la mano. 


Todo esto sin haber nombrado a los exquisitos atardeceres, de los que se puede ser el único testigo, teniendo en cuenta el aire de privacidad que se respira en este tipo de ambientes.


Un juego de naipes o ajedrez mientras se observa el vaivén de las olas, oír música por la noche sobre las rocas, o dejarse llevar por la frescura de una brisa que nos recuerda que para sentirnos llenos por dentro, no hacen falta la presencia de grandes lujos afuera. 


Texto: Nico Oroño

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